Uno de los lugares que perdura en nuestra memoria es la visita al Lago di Como, y queremos compartirlo con vosotros para que lo disfrutéis con vuestros niños.
El Lago di Como, situado en la región de Lombardía de Italia, con un área de 146 km2, es uno de los lagos más profundos de Europa, siendo tercer lago de Italia por extensión. Su característica forma es una Y al revés, estando sus municipios: Colico al norte, Lecco al sureste, y Como al suroeste.
Para llegar a Como, es muy fácil y cómodo en tren desde Milán, una media hora.
Lo primero y típico es dar una vuelta en barco por el lago, los precios no son altos, porque los lugareños utilizan este medio de transporte para trasladarse entre los múltiples pueblecitos que se emplazan a las orillas del lago. El viaje en barco es precioso, admirando las laderas con sus villas neoclásicas y al fondo las montañas nevadas, el paisaje resulta abrumador.
Después es obligado visitar con detenimiento la ciudad de Como. No os podéis perder la catedral o Duomo, y adosado está el Ayuntamiento, espectacular porque está construido con mármol lombardo en tres colores diferentes: blanco, gris y rosa. Después con un paseo por la ciudad os encontrareis otros edificios monumentales: Templo Voltiano, Villa Olmo, Castello Baradello, etc.
Otra actividad típica que no podéis dejar de hacer es tomar el funicular hasta Brunate y llegar hasta el faro de San Mauricio, desde donde gozar de una panorámica extraordinaria de los alpes italianos y suizos. O simplemente pasear por el pueblo y admirar las villas estilo modernismo, residencias de veraneo de las familias de la grande burguesía milanesa.
A los niños les encantará esta excursión de un día: viajar en tren, barco, funicular, es una aventura para ellos, y disfrutar del lago un gozo.
¡Buen viaje!
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