Un valle que nos recomendaron visitar para practicar senderismo con niños fue el Valle de Rioumajou, y realmente mereció la pena.
A este valle se accede desde St. Lary dirección España girando hacia la izquierda hacia Tramezaygues. Siguiendo el camino y atravesando bosques espectaculares se llega a Frédancon, una zona dotada de aparcamiento para vehículos, área de pic-nic, caseta con servicios sanitarios, contenedores de recogida de basura, e indicaciones de los distintos senderos que se pueden seguir desde este punto de partida.
El Valle de Rioumajou fue el principal paso transfronterizo entre España y Francia hasta la construcción de las modernas carreteras, convirtiéndose en uno de los pasos que utilizaron los contrabandistas, los pastores con los rebaños en su camino de trashumancia, los comerciantes y los emigrantes españoles que huían de la guerra civil.
Actualmente es una variante del camino de Santiago que cubre el tramo desde Saint Bertrand de Comminges a la frontera española por el Hospice de Riomajou, convertido en un refugio de montaña.
Nosotros elegimos el Sentier de Peguère, un sendero circular bordeando el río, indicado con 1h30 de duración, y que nos costó 2h30 con almuerzo incluido y al ritmo de niño, que fue espectacular. El camino era cómodo, tipo pista, sin grandes desniveles y con unas vistas de los Pirineos impresionantes. Es un sendero muy apropiado para niños.
Al final del paseo disfrutamos del área de pic-nic y los niños se bañaron en las aguas frías del río. Para volver.
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