Lo primero sería visitar el casco antiguo de Zurich. Os sorprenderá la limpieza de las calles y lo poco ruidosas que son. Pasear por sus calles es una auténtica delicia. Su aspecto es impoluto y está cuidado hasta el último detalle, de manera que pases por donde pases es como una postal.
La mejor manera de moverse por el centro es callejeando a
pie, siendo el río Limmat que atraviesa la ciudad la referencia. Si las
distancias son un poco mayores es imprescindible el tranvía, rápido y eficiente.
Así que de una manera u otra llegando al sur de la ciudad os topareis con el Bürkliplatz Flea Market, un enorme mercadillo de segunda mano, que se puede disfrutar los sábados de Mayo a Octubre, y en el que se puede encontrar de todo, incluso juguetes para los niños.
Aunque también es un buen lugar para descansar y disfrutar
de la naturaleza. Paseando por la orilla del mismo os podeis tropezar con el Arboretum,
donde se encuentran árboles monumentales de diferentes países. Este espacio
también sirve para tomar el sol o simplemente relajarse. Un poco más adelante
hay un aviario de entrada gratuita, y un poco más adelante kioscos donde
alquilar patinetes y tomar un refrigerio.
Otras propuestas podrían ser tomar un funicular para llegar a
la colina de Zürichberg y pasear por sus bosques, o visitar el Zoo de Zurich.
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