Ya conocíamos Soria
de ocasiones anteriores, y teníamos claro que no era el destino idóneo para ir
con niños, pero la verdad que nos llevamos una sorpresa.
Solemos ir caminando a todos lados, así que la idea de subir
a un tren turístico fue una novedad
para todos, e hizo la visita muy amena.
Salimos de la Puerta de La Dehesa del Parque de la Alameda,
y con un viaje de unos 45 minutos pudimos descubrir la ciudad y parte de su
historia con el siguiente recorrido: Plaza Mariano Granados, Iglesia Santo
Domingo, joya del románico español, Instituto Antonio Machado, Plaza de San
Esteban, Mercado de Abastos, Plaza Doce Linajes, Palacio de los Condes de Gómara,
el mejor ejemplo del renacimiento civil en Soria, Plaza del Carmen, Concatedral
de San Pedro, Calle Real, Plaza Mayor, Parque del Castillo y regreso por la
Calle Caballeros.
El entretenido y cómodo viaje en el trenecito, sobre todo
para los niños, y una ciudad completamente viva, a rebosar de gente por las
calles del centro, el mercadillo semanal, y el VII Festival de Títeres del que
pudimos disfrutar una actuación, hizo que una visita con pocas perspectivas se
convirtiera en un día especial para recordar.
Por si queréis escaparos este puente…
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