En esta
ocasión conocimos uno de los pocos castillos que nos falta por visitar en la
provincia de Castellón, el Castillo de
Miravet.
La ruta se
inicia en la Font del Perelló, un
área recreativa dotada de mesas, y en la que se pueden aparcar sin problemas una
docena de coches.
Para llegar
a la Font del Perelló se puede hacer por el Camino de Miravet atravesando el
Desert de les Palmes o por la Carretera Cabanes-Oropesa. Su ubicación está
señalada junto con la Casa de Reposo Los Madroños.
Se empieza
a caminar por tanto desde la Font del
Perelló por un camino que si bien no está demasiado señalizado, no tiene
pérdida porque está muy transitado y se puede seguir sin problemas.
El ascenso
se inicia por pista, y a nuestro alrededor podemos observar la vegetación típica
de la zona: palmitos, pinos carrascos y rodenos, carrascas, coscojas, madroños,
brezos, lentisco, jaras, romero, junto con huertos de almendros.
La subida
se suaviza, pero el camino se vuelve más difícil porque el sendero entre las
piedras calizas es muy irregular, pero nos alienta el tener ya a la vista el Castillo de Miravet.
Y que, de
manera tumultuosa, invadimos orgullosos. Se trata de un castillo de la época
cristiana donde se reutilizaron estructuras musulmanas subyacentes. Del
castillo sólo quedan algunos lienzos de muralla, restos de la capilla y una
pequeña cisterna.
Esta
fortaleza fue cabeza de su distrito durante la dominación musulmana y después
de la Reconquista. La conquistó el Cid Campeador y la habitó en 1091.
Posteriormente perteneció a Jaume I el conquistador quien en 1225 la donó junto
con todas sus villas, alquerías y dependencias al obispo de Tortosa. Su
despoblación se inició en el siglo XVI.
Descendemos
del castillo y avanzamos un tramo por el sendero hasta encontrar otro de bajada,
una bajada serpenteante y abrupta, que nos lleva a la carretera de
Cabanes-Oropesa.
Circulamos
un tramo por dicha carretera hasta llegar a la Font de Miravet donde nos reponemos un poco.
Luego
continuamos por la carretera, y ante la imposibilidad de encontrar el sendero
que pretendíamos, continuamos por la carretera, dejando el castillo de Miravet
atrás.
Giramos por
el Camino de Miravet.
Y
finalmente llegamos al punto de inicio, la Font
del Perelló, donde comimos y descansamos.
Y por la
tarde nos refrescamos en la Playa de Oropesa.
Un día
perfecto, con muchos amigos nuevos, y la anécdota de la ruta fue el
participante más joven que tenemos en estas fechas, un niño de dos años y
medio, que fue el protagonista por lo pequeño
y lo valiente.
Os dejamos
nuestro TRACK
de la ruta.
Bibliografia:
Desert de Les Palmes. Francisco Marco Moreno. Isabel Mateo Font. Ed. Diputación
de Castellón.
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