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Escapada a Cirat con niños

Si tenéis pensado hacer una escapada de fin de semana, os recomendamos Cirat.

Quizás no sea uno de los pueblos más conocidos de la Cuenca del Mijares, pero sí es uno de los que poseen un entorno más bello.

Nosotros lo teníamos pendiente en la agenda, así que intentamos en un par de días conocer lo mejor de su entorno.

Nos alojamos en el Albergue Jaramacil, donde nos comunicaron que éramos los últimos huéspedes porque los gestores iban a dejar la gestión del mismo por temas personales y por la dificultad de mantener la actividad en la situación de mantenida crisis actual.

La primera ruta, por supuesto, fue la visita al Salto de la Novia. Una ruta circular de unos 9 km volviendo por la Fuente de la Jarica, que es imprescindible para conocer los Barrancos del Losar y de Las Salinas.






Esta ruta la complementamos con un taller de acuarelas para niños donde dejaron de manifiesto su creatividad, hasta que se puso a llover y tuvimos que recoger rápidamente.




La segunda ruta que hicimos y os recomendamos es subir al Mirador de Rosaire, ya no sólo por las bonitas vistas que se obtienen, sino también por la posibilidad de encontrar fósiles.




El fin de semana de senderismo con niños lo culminamos con una impresionante paella, que junto con las natillas caseras, conseguimos un punto final perfecto.




Luego, como siempre, tuvimos que regresar temprano para que los niños pudieran terminar sus deberes.




Ruta Nocturna a la Font de l´Anogueret 2016

Este año hemos celebrado de nuevo nuestra ya clásica ruta nocturna de final de temporada de senderismo a la Font de l´Anogueret de La Vall d´Uxó.




Este año ha sido la cuarta convocatoria, y lejos de volverse monótona, cada año tenemos una pequeña sorpresa, porque en cada ocasión, nuestros guías José Luis y Amparo, nos preparan un recorrido distinto.








La presente convocatoria el sendero elegido nos llevó a la Font de l´Anogueret de manera directa, por el mismo recorrido que hicimos el primer año, con el objetivo de llegar al área recreativa y cenar allí más pronto de lo habitual porque había una segunda parte preparada.




Nuestros guías enlazaron con un sendero que bajando considerablemente nos llevó hasta la sorpresa de este año: la visita de la Cova de la Terreta, a la que llegamos anocheciendo.










La Cova de la Terreta es una antigua mina con túneles excavados manualmente, de  la que en las primeras décadas del siglo XX se extraía "la terreta" como se conocía por las gentes de los pueblos, y que técnicamente son arenas silíceas que se utilizaban en materiales de construcción principalmente en la fabricacion de ladrillos refractarios para los Altos Hornos de Sagunto. También se utilizaba como detergente para la vajilla en la vida cotidiana, siendo todavía recordado el oficio del "terrer" que era el vendedor de dicho producto.

La visita lúdica a esta mina merece la remembranza de las gentes que antaño trabajaron en ella, por lo que os recomendamos esta lectura de LERMITAMON para conocer más.

Tras salir de la mina, ya completamente de noche, nos reagrupamos y siguiendo la senda llegamos a la pista que en constante bajada nos llevó de nuevo a nuestro punto de partida.




Como siempre fue un éxito, y a todo el grupo nos gustó la ruta, que esperamos repetir el año próximo.

Os dejamos aquí el TRACK de la ruta.



El Mirador de Rosaire de Cirat

En nuestro fin de semana de escapada a Cirat hicimos una ruta improvisada. Teníamos prevista la Ruta de los Petroglifos, pero el gerente del Albergue Jaramacil nos dijo que sólo podríamos encontrar uno, y en cambio cabía la posibilidad de realizar otra ruta cortita para ocupar la mañana, así que esa hicimos: el Mirador de Rosaire.

Con una breve descripción escrita de la ruta y unas cuantas explicaciones de los vecinos del pueblo respecto al recorrido, nos pusimos a caminar.

Salimos de Cirat por la zona donde se emplaza el polideportivo, y nos encontramos una pista ascendente con una señal de verde y blanca de sendero local que seguimos hasta encontrar un poste indicativo señalando El Rosaire.




Dejamos la pista en ese momento, y continuamos por senda. Una senda empedrada que asciende zigzagueante y nos hace sudar. 









Pero que nos compensa por las hermosas vistas que obtenemos de Cirat. 




Y por los fósiles que nuestro amigo Sebas va encontrando por el camino.

Tras el ascenso llegamos a una explanada, que era nuestro objetivo, donde descansamos. En este punto, nos planteamos si continuar con la ruta, ya que cabe la posibilidad de continuar el sendero, llegar a una pista de bajada y enlazar con el trayecto que lleva al Salto de la Novia. Pero al ir con niños el ritmo no es demasiado rápido, el recorrido faltante de unos 6 km, y teníamos ganas de comer la paella prevista para la hora de la comida.

Así que estuvimos un buen rato buscando fósiles. Buscando y encontrando. Hasta yo encontré un fósil. Los que encontramos son de esta tipología.




Tras el descanso, deshicimos el camino andado, ya esta vez tranquilamente, porque era sólo bajar.

Finalmente conseguimos hacer un buen paseo para abrir el apetito y zamparnos la paella que nos estaba esperando.


El Pozo Negro de Fuentes de Ayodar



Cuando llega el calor deja de apetecer ir a hacer senderismo. Pero claro, nos gusta tanto la naturaleza, que decidimos organizar una corta caminata a una poza natural de agua, y así con la excusa de darnos un chapuzón hacer un poco de senderismo con niños.

Elegimos el Pozo Negro de Fuentes de Ayodar. Habíamos visto muchas fotos y nos apetecía visitarlo en persona.

El municipio Fuentes de Ayodar queda dentro del ámbito del Parque Natural de la Sierra Espadán, y como su nombre indica posee unas Fuentes que dan nombre al pueblo, y discurre en su término el Río Chico que le confiere múltiples áreas de baño naturales.

Pero la escasez de lluvia, hace que esas áreas de baño apenas tengan agua, lo que nos decepcionó.

En primer lugar, almorzamos en la Fuente del Cañar a la sombra.




Lo que nos dio fuerzas para realizar los escasos 2 kilómetros por pista hasta el desvío a la Fuente del Zuro, de la que caía un refrescante chorrillo.




Esta Fuente se ubica en un área recreativa con mesas, pero al estar el agua de las pozas estancada, decidimos continuar, esta vez ya por sendero, hasta el Pozo Negro.




Precioso. Y ya sabemos porque se llama Negro, es porque no se distingue el fondo, que se estima esté a unos 7 metros.

Los niños se alborotaron y querían lanzarse y remojarse de inmediato. Pero consideramos que este área de baño no era apropiada para niños, así que continuamos por senda aguas arriba del Pozo Negro y encontramos unas preciosas pozas de agua con poca profundidad perfectas para el baño de los niños.




Desde esta zona pudimos disfrutar de vistas del Pozo Negro desde lo alto.






Después de refrescarnos, y como se despertaba el hambre de nuevo, seguimos por el sendero que nos llevó al límite del término de Fuentes de Ayodar con Torralba del Pinar. Pero en lugar de ir dirección Torralba del Pinar -lo dejamos para una próxima excursión- volvimos dirección Fuentes de Ayodar. 

Una última vista del Pozo Negro.




Volvimos al área recreativa de la Fuente del Cañar donde comimos.

Luego café y helados.

Aquí os dejamos el enlace al TRACK.



Tramo GR-7 de Benasal a Culla



Este año decidimos continuar con el GR-7, del que ya hicimos el tramo Ares del Maestre - Benasal el año pasado. Y por recomendaciones, continuamos con el tramo siguiente Benasal - Culla.

El autobús nos dejó en Benasal, y sin demasiada dificultad, yendo en dirección Balneario de Benasal, encontramos el cartel señalizador de la ruta.





Así que iniciamos la ruta siguiendo las marcas blancas y rojas.




Pretendíamos visitar el área recreativa del Riuet, pero como íbamos charlando y relajados, pasamos de largo el desvío, e incluso pasamos de largo el desvío hacia la Fuente d´En Segures, así que tuvimos que volver marcha atrás.

Pero mereció la pena, porque pudimos almorzar en la Fuente d´En Segures y llenar las cantimploras de la buenísima agua de Benasal.




Una vez recuperados, volvimos al sendero marcado y empezamos a caminar de nuevo, y charlando de nuevo alegremente llegamos a unas masías donde nos dimos cuenta que nos habíamos vuelto a alejar del GR-7.

Afortunadamente, como el mundo es un pañuelo, encontramos un conocido de uno del grupo que nos indicó el camino de vuelta para llegar a la Ermita de Sant Cristòfol.

Y también nos presentó a Pluto, un burro muy cariñoso que se hizo fotos con nosotros.




Luego volvimos al sendero marcado de subida a la Ermita de Sant Cristòfol, pero después de un largo zigzageo el camino se alejaba de la misma, así que decidimos llegar campo a través. 

Y lo conseguimos.


Y como siempre mereció la pena. Las vistas panorámicas preciosas y Culla, nuestro objetivo, visible.






Seguimos las marcas del PRV-395 hasta conectar de nuevo con el GR-7. Las indicaciones marcaban tiempos de 30 minutos para un trayecto que nos había costado 2 horas. Así que nos pusimos en plan serio para no volver a despistarnos.

Una vez llegados al GR-7 anduvimos más atentos, pasamos unas masías, y entre florecillas y marcas, y los niños que son unos soles y controlan muchísimo ya la señalización, fuimos disfrutando del trayecto.




Atrás quedaba la Ermita de Sant Cristòfol.




Y el sendero pedregoso nos llevaba correctamente a Culla





En un bosque de carrasca, a la sombra, paramos a comer.

Luego ya fue sencillo, sólo nos quedaba la subidita por Les Fontanelles y por fin Culla, donde nos hicimos unos helados y unas cervecitas.

Este tramo del GR-7 es realmente bonito, pero aconsejamos hacerlo fuera de los días estivales, porque no hay sombra en todo el camino... Nosotros tuvimos suerte porque el día estaba nublado, pero si hubiera sido el típico día soleado de Junio nos hubiéramos achicharrado.

Aquí os dejamos el TRACK.