El Sierro



Teníamos ganas de volver a la Sierra Calderona, así que fuimos a subir una de sus cimas que nos quedaba pendiente, el Sierro.




Nuestros guías fueron de nuevo Paco y Vanessa, que nos llevaron desde la Font del Marianet por un sendero precioso hasta el Sierro




Nos comentaron que ese sendero se hacía pesado por la calor, pero en realidad se hacía pesado por la intensidad de subida sobre todo en el último tramo.




Pero como siempre, el esfuerzo mereció la pena, porque el mirador nos dio una panorámica estupenda de la Sierra Calderona, con Serra al fondo, divisando la subida als Rebalsadors



Y también la Mola de Segart.



 
Tomamos un refrigerio.




Y luego dimos la vuelta por detrás siguiendo una pista de bajada, hasta enlazar de nuevo con el sendero inicial.




Estamos todavía en prácticas con el gps, así que no nos aclaramos a marcar la ruta correctamente, pero dejamos un enlace a un TRACK similar al que hicimos, donde se puede comprobar que se trata de una ruta cortita ideal para hacer con niños.


A nosotros nos sirvió además para conocer una familia nueva con nuestras mismas aficiones.




Poda de olivos en Torre Endomenech

En esta ocasión hemos tenido la oportunidad de aprender sobre la poda de los olivos.




Ya hemos dicho muchas veces que pertenecer a una Asociación nos da la ventaja que los amigos del Club 32 Actividades con niños nos presenten a sus amigos y nos propongan actividades diferentes e interesantes como ha sido esta vez la poda de olivos.

El punto de encuentro fue Torre Endomenech, donde hicimos un pequeño recorrido y visitamos su lavadero.




A continuación siguiendo el trazado de un tramo de la Vía Augusta de unos 2 Km y disfrutando de la belleza de los campos de amapolas, llegamos a la finca de olivos.




Nuestro anfitrión José Vicente nos explicó sobre el pasado y presente del entorno, sobre el microclima de la zona y sobre el motivo de la adquisición de aquella finca: mantener y cuidar los olivos de manera natural, no para la producción de olivas sino para preservar el medioambiente.

Tras la charla finalmente se procedió a una poda simbólica de un par de olivos. 






Entre los asistentes a la actividad había otras personas conocedoras de la poda de árboles, y aunque cada uno tenía un criterio, lo que nos quedó claro es que la poda se ha de realizar progresivamente cada año, con el objeto de que el árbol crezca a lo ancho para que le entre el sol y el aire por todos  lados.

El especialista en la poda fue un peculiar señor, Alberto, de 80 años, más ágil que muchos de nosotros,  que nos mostró como realizarla, y que sobrepasó el objetivo del anfitrión, que era mostrar como podar los olivos pero no podar los olivos. Se produjo una situación controvertida y divertida a la vez.

Finalizada la actividad volvimos a Torre Endomenech.




Y comimos en el Área Recreativa de la ermita de la  Verge del Adjutori en Benlloch.





Un día distinto, donde conocimos nuevos amigos y aprendimos mucho, no sólo de la poda de olivos sino de conservación medioambiental de nuestro entorno en general.



GR-7 Tramo Ares - Benasal



En esta ocasión hemos hecho un tramo del GR-7. El Sendero de Gran Recorrido GR-7 (E-4 en Europa) es el primero que se señalizó en España. Tiene un trazado que sigue el levante peninsular, partiendo desde Andorra hasta el estrecho de Gibraltar, con una longitud de 2699 Km. Como sendero de gran recorrido, está señalizado con señales rojas y blancas.

Nuestra excursión comprende desde Ares a Benasal y consta de unos 9 km, por lo que los niños tienen que estar acostumbrados a caminar ya que muestra tres tramos diferenciados que, aunque sin dificultad, son muy dispares entre sí, con diversas pendientes y zonas de espesa vegetación. Al tratarse de una ruta lineal, es necesario ir en autobús.

El primer tramo, que parte desde el Coll de Ares, es de subida y circula cresteando la montaña. Si bien el camino es estrecho, lo que obliga a ir en fila, nos compensa muchísimo disfrutar de unas fantásticas panorámicas y más, como en nuestro caso, si el tiempo acompaña.










A pocos metros, en un ensanche del camino, decidimos parar a almorzar y reponer fuerzas. También encontramos restos de animales muy bien conservados que examinamos con máxima expectación.









Reiniciamos la caminata ascendiendo hacia el Mas de la Rufa y llegando al punto más alto de todo el recorrido. ¡Más vistas espectaculares!








Por el Mas de la Mola comenzamos ya el descenso, donde nos encontramos con una indicación en mal estado, pero que nos da una idea del recorrido que todavía queda por hacer.






Después de agruparnos, continuamos y tras pasar por un antiguo pozo, el camino queda cortado por una espesa vegetación que hay que atravesar y que hace ir con mucha precaución pues la ladera, en descenso, tiene muchas piedras sueltas pudiendo resultar aún más problemático después de lluvias. Este es el tramo que saca el lado más intrépido de niños y adultos. ¡Toda una aventura!


Nada más volver a la pista decidimos hacer un alto en el camino para comer, satisfechos y sabiendo que ya habíamos hecho más de la mitad del trayecto.

La tercera y última parte es la más tranquila pues al ser la pista más ancha, los niños ya pueden corretear con toda tranquilidad. Discurre entre bancales, apenas hay pendiente y además resulta muy amena porque es zona de pasto de diversos animales, entre los que vimos vacas, toros y ovejas.










A pocos metros antes de llegar a las primeras casas de Benasal, dejamos a nuestra izquierda la capilla dedicada a Santa María Magdalena. Es ésta una de las más curiosas y reconocibles ermitas de la comarca. Fue construida en 1864 por iniciativa de la filántropa Magdalena Grau i Gras, y restaurada hacia 1970 por mossén Aureli Ferrando. Con posterioridad quedó abandonada y sin objetos de culto, estado en el que ha permanecido hasta que un grupo de voluntarios ha iniciado la recuperación de la misma y de su entorno.




Sin embargo aún tuvimos una sorpresa más. Un flamante caballo que nos dio una demostración gratuita de su buen estado físico, exhibiéndose dando múltiples vueltas por el bancal, y de su saber estar, dejándose mimar por los más pequeños.




Por último, llegamos a nuestro punto de encuentro en Benasal para el regreso a casa en autobús.




¡Magnífica excursión y totalmente recomendable!

Podéis descargar el TRACK GR-7 TRAMO ARES – BENASAL AQUÍ.

Autor: B. Jordá