Museo del Chocolate de Colonia

Cuando se planean vacaciones con niños en ciudad, lo primero a organizar es un listado de lugares que les puedan resultar interesantes, y si es invierno, han de estar bajo techo. La típica solución es buscar museos, pero no todos los museos atraen a los niños, hay uno que sí, el Museo del Chocolate.




Nosotros sólo conocemos el de Colonia, y es de visita obligatoria si se viaja a esta ciudad, Imhoff Schokoladenmuseum.

Es un Museo privado. Se fundó en 1993 por el empresario local Hans Imhoff. Este empresario adquirió la marca Stollwerck y la reflotó después de la segunda guerra mundial, posteriormente a su muerte esta fábrica ha pasado a otras manos, pero el museo persiste autofinanciándose sin ayuda del gobierno. Esto lo consigue por lo interesante de su contenido.

En la planta baja, encontramos una exposición con la explicación del origen del cultivo del cacao, incluso podemos visitar un invernadero tropical donde encontramos la planta del cacao. A medida que avanzamos de manera interactiva mediante vídeos, juegos y objetos de exposición podemos aprender su historia, en varios idiomas pero en español no.

Al fondo encontramos una fábrica de chocolate donde se puede ver en directo cómo se mezcla,  se funde y se vierte en los moldes, todo ello por supuesto tras mamparas transparentes protectoras.




Al lado podemos observar también la maquinaria antigua, y así comprobar de primera mano los avances. Tanto en esta planta como en la primera podemos encontrar múltiples moldes de todas las épocas.




Pero lo que más éxito tiene en la planta baja es la fuente de cacao, donde tras una pequeña cola de espera podemos probar un cálido chocolate.






En las plantas superiores podemos encontrar recreaciones de antiguas tiendas de chocolate, distintas máquinas expendedoras de chocolatinas, y múltiples productos de chocolate, carteles y distintos medios de publicidad, que nos permite conocer la variedad y la evolución del chocolate a lo largo de los años.






Y el colofón se tiene al final donde tras un pequeño pago de 4 euros y una media hora de espera puedes conseguir una tableta de chocolate personalizada con los ingredientes que tú quieras.


Y por supuesto dispone de tienda, restaurante... o  sea, que si os gusta el chocolate no os lo podéis perder.


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