Un día en el Oceanográfico


Hay lugares que aunque ya se han visitado siempre apetece volver tanto a mayores como a pequeños, y uno de ellos es el Oceanográfico de Valencia.

La variedad de especies en los distintos climas es una explosión de formas y colores moviéndose en los enormes acuarios que emociona a los niños.

Lo que más les impresiona por supuesto son los tiburones, y lo que más les gusta al final son los delfines.

La entrada y la comida son un poco caras, pero se puede comprar un bono anual que con casi el mismo precio de la entrada puedes entrar todo el año, o cuando lo visitéis pedir una pulsera para salir del recinto y comer fuera y volver a entrar. No hay excusa para no visitar el Oceanográfico.





 
 

Ruta senderista al Castillo de Montornés


Esta mañana ha amanecido lloviendo, y pensábamos que no podríamos hacer la salida de senderismo prevista, pero al final nos hemos aventurado por las ganas que teníamos de salir a la montaña, y afortunadamente el día nos ha salido soleado y perfecto.

La salida ha sido al Parque Natural del Desert de les Palmes en Benicasim. Para la gente que no lo conozca, el nombre de desierto hace referencia al término que utilizaban los carmelitas para denominar los lugares solitarios y alejados donde se dedicaban al retiro, ya de desierto no tiene nada. Si bien es verdad que las especies arbóreas no son abundantes por incendios forestales pasados, las especies arbustivas sí son abundantes. En nuestro paseo nos hemos encontrado madroños, palmitos, rusco, romero, tomillo, lavanda, ajedrea, enebros, etc.

Nuestro punto de partida ha sido el Centro de Interpretación de La Bartola, donde nos hemos informado y hemos podido ver una maqueta del Parque.
 

 

Desde aquí hemos seguido el itinerario hasta el Castillo de Montornés, unos 4 km ida y vuelta que nos ha costado a paso de niño unas dos  horas.
 
 

Hemos hecho una primera parada para ver de cerca el Castillo y la Torre de vigilancia, y la segunda ha sido a uno de los dos aljibes bien conservados que posee el castillo, construido en el siglo X, en plena época de dominación musulmana del territorio.

Desde aquí hemos podido disfrutar de unas vistas impresionantes de la Plana y de las playas de Benicasim y Castellón.



Incluso hemos podido divisar sin necesidad de prismáticos las Islas Columbretes.



Hemos comido a la vuelta, en el área recreativa de La Bartola y después hemos visitado el área de recuperación de tortugas.



Por último hemos tomado café en el Restaurante del Desierto, emplazado detrás del Monasterio de los Carmelitas, que merece la pena ya sólo por las vistas que se tienen desde la terraza, aparte de su carta.

En fin, un espléndido domingo disfrutando de la naturaleza.

 

Un fin de semana en Saltapins


En esta época de otoño, que no hace ni demasiado ni demasiado frío, una buena propuesta para pequeños y mayores es Saltapins, un circuito de puentes tibetanos, tirolinas, etc. emplazado en los árboles ideal para liberar adrenalina.

Los niños pueden participar a partir de 6 años y/o 120 cm de altura, y ellos circulan por el recorrido verde y/o azul. Para los mayores el recorrido rojo. Y los más pequeñines pueden subir en el circuito inicial de prueba para quitarse el gusanillo. ¡¡Genial!!.
 

 

Y si queréis completar el día, pues se puede hacer senderismo, en menos de 1 hora se llega caminando a Morella. El punto de partida es el barranco junto a la Fábrica de Giner, y siguiendo éste y las pequeñas marcas de montoncitos de piedra se llega a Morella. Os dejamos aquí el recorrido aproximado.
 


 
Y para comer y/o dormir os recomendamos el albergue de la Fábrica de Giner, donde podéis pasar un fin de semana estupendo.