La Duna de Pilat


Este verano hemos tenido la fortuna de poder conocer la Duna de Pilat. Desde que leímos el post en el blog de Goterris estábamos deseosos de visitar la duna más alta de Europa, de unos 100 metros de altura, 3 km de largo y 500 metros de ancho.




Llegar allí nos costó un poco, pero tras marearnos con el navegador, discutir un poco y preguntar a unos lugareños, fuimos capaces de encontrarla. Dejamos el coche en una zona de aparcamiento de un camping, y caminamos por un carril bici que nos llevó hasta la entrada formal a la Duna de Pilat.




Éramos unos mil o dos mil millones de visitantes, pero pese a todo nos armamos de valor y como buenos turistas pasamos todos los tenderetes, compramos souvenirs, y llegamos finalmente al verdadero inicio de la ruta.




Todo el mundo subía por las escaleras, pero nosotros optamos por hacerlo duna a través subiendo por una pendiente media de 30 grados, cargados con bártulos de playa y a pleno sol, pero era lo que correspondía.




Una vez arriba, seguimos el consejo de Goterris y nos dirigimos al punto más alto de la duna, estimado en unos 110 metros, alejándonos de la aglomeración de visitantes, y llegando precisamente a ver el camping donde habíamos aparcado a los pies de la duna.


Impresionante.

Pasear por la duna, a la izquierda viendo los pinares y a la derecha viendo el mar, fue precioso.


Camino del punto más alto de la Duna de Pilat


Comprobamos impresionados el desnivel


A los pies el camping donde hemos aparcado


Desde lo alto se tenía una vista inolvidable sobre el Banco de Arguín, el banco de arena más grande de la costa de Aquitania. Este banco de arena, compuesto por una sucesión de bancos, es una Reserva Natural que con la marea baja tiene un alcance de unos 4 km de largo y 2 km de ancho. Las mareas, las corrientes y el viento hacen que estos bancos también estén continuamente cambiando de forma y de ubicación. Ellos protegen la Duna de Pilat del oleaje del Atlántico. Esta área acoge más de 260 especies de aves, incluidas las rarísimas golondrinas marinas, en trance de extinción, las ocas salvajes, las garzas, las cigüeñas y los cisnes. En algunas épocas del año acoge a más de 300.000 ejemplares. Además, el Banc d'Arguin es un sitio importante para la ostricultura de la bahía de Arcachón.


Vistas desde el punto más alto


Vistas del Banco d´Arguin


Vistas de la Bahía de Arcachón


¿Y cómo se formó este extraño fenómeno geológico?

Pues la duna es muy reciente, se formó entre los siglos XVII y XIX con arena de otras dunas que se depositó en este lugar por los fuertes vientos provenientes del Atlántico. El fenómeno fue generado por toda la arena en el Golfo de Arcachon y por la migración del canal sur, que produjo una severa erosión de la costa oriental. Sin ningún tipo de plantas para mantener el suelo en su lugar, las arenas eran movidas por el viento hacia la duna de Pilat y almacenadas alrededor de los pinos que rodean la duna.

¿Y cómo se formó el enorme bosque de pinos?

A comienzos del siglo XVIII, a raíz de la creación de la Comisión de Dunas, se acometieron varias acciones para asegurar la fijación de la línea costera. La operación no fue nada sencilla: Primero se establecieron unos asentamientos cerca de la costa, y cuando la arena se acumuló entre el mar y los muros, se procedió a forestar la zona. Tras varias décadas, se consiguió desecar el terreno inicialmente pantanoso, hasta que en 1857 Napoleón III decidió llevar a cabo una plantación masiva de pinos que permitiera estabilizar definitivamente dicho terreno. Así se formó lo que hoy en día es el bosque más extenso de Francia, y uno de los más grandes de Europa, con una superficie alrededor de 1 millón de hectáreas y se extiende por los departamentos: Gironda, Landas, Lot y Garona.

En 1978 tanto la duna más grande de Europa como el bosque fueron declarados “Grand Site National”,  y en 1994 sus 6.288,26 hectáreas fueron clasificadas como Gran Sitio Natural de Interés Paisajístico y Científico, asociado a la red Red Natura 2000 de la Unión Europea

Luego disfrutamos de la playa.




Y paseamos un poco más. Vimos búnkers, construidos durante la II Guerra Mundial por el ejército alemán, semienterrados en la orilla del mar. Y nos quedamos con una última vista panorámica de la inolvidable Duna de Pilat.




Después como siempre nos volvimos a liar un poco y tuvimos que cruzar de nuevo la Duna a través, pero conseguimos llegar al punto inicial.




Y volver finalmente donde habíamos aparcado.

Una visita inolvidable, y que os recomendamos.





1 comentario:

  1. Quins records!!
    La veritat és que la duna de Pilat (i les Landes en general) són un lloc on ens abelleix tornar, i a l'altra si podem ho ferem en bici.

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