Os dejamos aquí la bonita ruta que realizaron nuestros amigos del Club 32 Paco, Vanessa y Gimena.
El pasado domingo decidimos hacer la ruta de Peña cortada
en el término de Calles para poder disfrutar
de los restos de la colosal obra romana “El acueducto de Peña Cortada”.
De esta espectacular obra romana se han encontrado unos
26 o 27 km, pero a través de la ruta que indicamos, solo se puede ver el
puente-acueducto del barranco de la
cueva del gato que pertenece al municipio de Calles.
Para llegar al puente - acueducto puedes hacerlo a través
de una ruta a pié que sale desde el municipio de Calles, o bien desde Chelva a
través de una ruta que se inicia pasado el cementerio del pueblo y que permite
llegar en coche hasta una pinada junto al rio donde se inicia el ascenso a pie por
la montaña.
Nosotros hicimos está segunda opción pero a pié, la cual
está bien señalizada (difícil perderse), pero sin una sola indicación del
tiempo estimado o de los kilómetros que hay desde el principio de ruta hasta
llegar a la Peña Cortada. Este simple detalle puede hacer que tomes la elección
equivocada dado que se omite información que es primordial a la hora de hacer
una ruta, sobretodo si la haces con niños.
En nuestro caso, el día salió algo nublado y las moras y
los higos encontrados por el camino ayudaron
a que los niños se endulzaran entretuvieran
mientras caminaban. Fueron mas o menos 3 km.
Antes de llegar a
la pinada, encontramos un tramo de acueducto mal conservado y atestado
por malas hierbas. Este hecho nos entristeció bastante dado que tan espectacular
obra romana es testimonio de nuestro pasado y origen, pero el cuidado que se le dedica es similar al de
cualquier descampado del pueblo.
Cuando llegamos por fin a la pinada junto al río , tienes
dos opciones de ruta; uno que transcurre por la ladera de la montaña y que te
permite cruzar a pie el acueducto y otra que transcurre a pies del barranco.
Ambas son de fácil acceso y para todos los públicos, pero
con diferencia la primera es la mas divertida. Además, queremos apuntar que la
del barranco estaba en sus inicios llena
de basuras lo que nos lleva a deducir que hay gente muy cochina y pueblos que
no respetan su entorno.
Al final del ascenso por la senda aparece el grandioso puente-acueducto.
Cruzarlo es impresionante y no sólo por su gran altura (38, 30 metros).
Pasado éste nos introducimos en la Peña Cortada
(literalmente) y vamos recorriendo túneles que antes transportaban agua.
En sus paredes se ve claramente los surcos de los picos
con los que rompían la piedra. Sin palabras. (No hacen falta linternas, los
túneles tienen aperturas a modo del ventanas por las que pasa un montón de luz).
La peña debe su nombre a un enorme tajo que se excavó para permitir el paso del
agua.
La valoración general fue positiva, a niños y a mayores
nos entusiasmó ver los restos romanos. Pero como somos fervientes amantes de la
naturaleza a la cual le debemos cuidado y respeto, queremos decir que ni a
pequeños ni a mayores nos gustó ver lo descuidado del entorno y alrededores del
pueblo de Chelva. Situada en la comarca de la Serranía valenciana puede presumir de preciosos parajes
a los cuales no se les dedica el cuidado y mantenimiento que se merece. Algunos escombros, basuras,
edificios de industrias mal ubicados y campos abandonados por desgracia, afean su entorno.