En esta ocasión hemos hecho un tramo del GR-7. El Sendero de Gran Recorrido GR-7 (E-4 en
Europa) es el primero que se señalizó en España. Tiene un trazado que sigue el
levante peninsular, partiendo desde Andorra hasta el estrecho de Gibraltar, con
una longitud de 2699 Km. Como sendero de gran recorrido, está señalizado con
señales rojas y blancas.
Nuestra excursión comprende desde Ares a Benasal y consta de unos 9 km,
por lo que los niños tienen que estar acostumbrados a caminar ya que muestra
tres tramos diferenciados que, aunque sin dificultad, son muy dispares entre
sí, con diversas pendientes y zonas de espesa vegetación. Al tratarse de una
ruta lineal, es necesario ir en autobús.
El primer tramo, que parte desde el Coll de Ares, es de subida y circula cresteando
la montaña. Si bien el camino es estrecho, lo que obliga a ir en fila, nos compensa
muchísimo disfrutar de unas fantásticas panorámicas y más, como en nuestro
caso, si el tiempo acompaña.
A pocos metros, en un ensanche del camino, decidimos
parar a almorzar y reponer fuerzas. También encontramos restos de animales muy
bien conservados que examinamos con máxima expectación.
Reiniciamos la caminata ascendiendo hacia el Mas de la Rufa y llegando al punto más alto de todo el recorrido.
¡Más vistas espectaculares!
Por el Mas de la Mola comenzamos ya
el descenso, donde nos encontramos con una indicación en mal estado, pero que nos
da una idea del recorrido que todavía queda por hacer.
Después de agruparnos, continuamos y tras pasar por
un antiguo pozo, el camino queda cortado por una espesa vegetación que hay que
atravesar y que hace ir con mucha precaución pues la ladera, en descenso, tiene
muchas piedras sueltas pudiendo resultar aún más problemático después de
lluvias. Este es el tramo que saca el lado más intrépido de niños y adultos.
¡Toda una aventura!
Nada más volver a la pista decidimos hacer un alto
en el camino para comer, satisfechos y sabiendo que ya habíamos hecho más de la
mitad del trayecto.
La tercera y última parte es la más tranquila pues
al ser la pista más ancha, los niños ya pueden corretear con toda tranquilidad.
Discurre entre bancales, apenas hay pendiente y además resulta muy amena porque
es zona de pasto de diversos animales, entre los que vimos vacas, toros y
ovejas.
A pocos metros antes de llegar a las primeras casas de
Benasal, dejamos
a nuestra izquierda la capilla dedicada a Santa María Magdalena. Es ésta una de
las más curiosas y reconocibles ermitas de la comarca. Fue construida en 1864
por iniciativa de la filántropa Magdalena Grau i Gras, y restaurada hacia 1970
por mossén Aureli Ferrando. Con posterioridad quedó abandonada y sin objetos de
culto, estado en el que ha permanecido hasta que un grupo de voluntarios ha
iniciado la recuperación de la misma y de su entorno.
Sin embargo aún tuvimos una sorpresa más. Un flamante caballo que nos dio
una demostración gratuita de su buen estado físico, exhibiéndose dando
múltiples vueltas por el bancal, y de su saber estar, dejándose mimar por los
más pequeños.
Por último, llegamos a nuestro punto de encuentro en Benasal para el regreso
a casa en autobús.
¡Magnífica excursión y totalmente recomendable!
Podéis descargar el TRACK GR-7 TRAMO ARES – BENASAL
AQUÍ.
Autor: B. Jordá