Esta ruta a
la Nevera de Villamalur la teníamos
pendiente tras una charla con Juan José Carrasco autor del blog Caminatas a las 8, que me recordó
su ubicación y como llegar hasta ella.
Así que un
día que coincidieron horarios, turnos, sin actividades extraescolares, con
sitio donde quedarse los niños, en fin, un día que se alinearon las
constelaciones pudimos salir solos sin niños para volver a la Nevera de Villamalur, que hacía años
que no visitábamos.
El punto de
inicio de esta ruta es el Collado de Algimia de Almonacid, a los pies del Pic Espadà, donde se emplaza la Nevera de Algimia de Almonacid, y donde
se pueden dejar los coches.
Cruzamos la
CV-215, y seguimos las indicaciones de las señales dirección Collado de
Villamalur, hasta un cruce en el que continuamos por la derecha, dejando a la
izquierda el inicio de la subida a la Rápita.
Nosotros
continuamos cómodamente por pista disfrutando del silencio y la tranquilidad de
la Serra Espadà.
Dejamos la
pista para transitar por sendero e ir aproximándonos poco a poco al despoblado
de El Jinquer, hasta llegar a los pies
del mismo.
Luego
continuamos por pista. El paseo es muy cómodo, aunque al final va ascendiendo hasta
llegar a la última señal, donde indica por un lado la subida a La Rápita hacia
la izquierda, y la Nevera de Villamalur hacia la derecha.
Seguimos
hacia la derecha de nuevo por pista, esta vez por umbría, hasta encontrarnos
con la Nevera de Villamalur.
Sencillamente espectacular.
Verla en
físico impresiona, las fotos no transmiten su imponente magnitud.
Tras mil
fotos, volvemos sobre nuestros pasos, pero ya que estamos tan cerca no podemos
evitar volver por La Rápita. Así que empezamos un buen trecho a subir de manera
constante, pasando por senderos que hacía años no pasábamos y que nos dieron
ideas para nuevas rutas con el Club 32.
Finalmente
llegamos a La Rápita, donde comimos y nos
llenamos de energía ante las panorámicas.
Luego ya
empezamos a bajar dirección al Collado, disfrutando del bello entorno, de las
mudas trincheras…
Y cuando
llegamos al coche, nos tocó volver. Nos llamaron por teléfono un grupo de papis
con niños que habíamos conocido en la ruta, y que se habían extraviado, o más
bien, que no sabían cómo llegar al punto final. Así que hicimos un par de
kilómetros más. La anécdota del día.
Llegamos a
la conclusión de que es una ruta espectacular, que con el horario de verano, ya
la podemos hacer con nuestros niños, y que es de lo más completa. En ella se
pueden visitar dos de las cuatro Neveras existentes en la Serra Espadà, y
además se sube al pico más alto de la misma, por tanto es una ruta emblemática
que os recomendamos encarecidamente.
Os dejamos
aquí el TRACK de la
ruta.