Hemos de reconocer que sí nos ha gustado, mucho calor, mucha gente, muchas colas de espera, todo más caro de lo habitual… pero tanto a papis como a niños nos ha encantado.
La verdad es que entrar en Portaventura Park es entrar en un nuevo mundo: los decorados parecen reales, encuentras espectáculos en cualquier momento, y espectáculos de calidad, con gente profesional, la gente está relajada, hay música en cualquier lado, o gritos de alguna atracción espectacular…Es entrar en el mundo de los niños, de los niños que llevamos dentro.
Nuestro propósito era conocer la nueva área infantil de Sésamo Aventura, pero al final la exagerada calor nos hizo buscar las atracciones de agua, para darnos un remojón y refrescarnos.
Además a los niños les interesaba más las atracciones de los mayores. Un consejo, antes de hacer cola y armarse de paciencia, comprobar en la entrada de cada atracción la altura permitida. Hay unos chupachups donde medirse. En líneas generales, la altura mínima permitida es 1,20 metros, incluso en la nueva área infantil.
Lo que más destacaría es que a pesar de las miles de personas todo está muy limpio, incluso los aseos.
Y lo negativo, son los altos precios. En principio no se permite la entrada de comida ni bebida –aunque luego no revisan mochilas-, y el precio de los productos resulta bastante alto. Así que visitar Portaventura no se puede hacer con mucha frecuencia, y ¡menos en época de crisis!. Aunque hay que reconocer que existen promociones de Chupachups y en la propia web ofrecen descuentos para atraer al público.
En conclusión, os recomendamos su visita, es un día diferente, con nuevas experiencias para los niños que tardarán mucho en olvidar.
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