Visitar las Fallas de Valencia no es sólo pasear y admirar
los monumentos de las fallas, es mucho más.
Las Fallas son una fiesta con innumerables posibilidades que
permiten pasar varios días y noches disfrutando. Aunque con niños es suficiente
con un día.
La ciudad se llena de gente, pero se llena de verdad, las
calles se cortan al tránsito, y una alfombra de personas cubre el centro
histórico.
Se puede seguir cualquier trayecto porque se plantan
monumentos falleros en todos los barrios, y durante el recorrido se puede vivir
la multitudinaria “mascletà”, los tradicionales puestos de buñuelos, los
pasacalles de las agrupaciones falleras, los coloridos mercadillos, los
petardos en cualquier lado, los espontáneos espectáculos callejeros, la ofrenda
de flores a la Virgen…creándose
un ambiente especial que lo hace inolvidable para los niños.
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