Fin de semana en el Casal d´Esplai



El Club32 Actividades con niños para iniciar la temporada de sus actividades de senderismo con niños organizó un fin de semana sólo para socios en el Casal d´Esplai emplazado en la Devesa de la Albufera.

La estancia en el Casal d´Esplai se consiguió por haberla solicitado como Asociación, es decir, que no se permite la estancia a particulares, por lo que podemos decir que fuimos unos afortunados al disfrutarlo.
 
 
Y afortunados también porque fue Isabel quien se encargó de organizar ese fin de semana de manera milimétrica, lo que hizo que el resto del grupo nos dejáramos llevar y nos relajáramos.

Con estas actividades pretendemos reforzar nuestra preocupación por el respeto de la naturaleza, y ofrecer con las mismas concienciación y formación medioambiental.

El programa de actividades se inició con el agrupamiento de todos los participantes en El Saler, cosa que , aunque a primera vista parece sencilla, nos costó un poco.

Bromas aparte, iniciamos las actividades del sábado con un almuerzo y una coca buenísima que nos hizo Rosa.
 
 

Una vez recompuestos, recorrimos el Itinerario paisajístico de El Saler.
 
 

Ya por la tarde llegamos al Casal d´Esplai , que es un albergue modesto aunque con todas las instalaciones necesarias, incluso aulas de naturaleza, que tiene como característica principal su privilegiado emplazamiento en una zona protegida, sin aglomeraciones, y a 100 metros de una playa casi privada, , la Playa de la Devesa, donde fuimos para aliviarnos del calor una vez hecho el reparto de habitaciones.



Luego cenita, charla de sobremesa y a dormir.
 
 
Las actividades previstas para el domingo fueron un paseo en barca por la Albufera desde el Mirador de Pujol hasta el Tancat de la Pipa, avistando durante el trayecto distintas especies: gavina, xarrants, aguiluchos, etc.




Después disfrutamos una charla formativa medioambiental en el Tancat de la Pipa.
 
 
La vuelta fue de nuevo en barca, y luego a pie los papis hasta el Casal d´Esplai, y en coche los niños.

Comimos paella, luego más playa y ya organizamos el regreso a casa.

En conclusión, un fin de semana perfecto que sirvió de reforzamiento de sentimiento del grupo.
 

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